Las unidades de estado sólido (SSD) no dejan de funcionar repentinamente. Su degradación del rendimiento suele ser gradual y silenciosa, generalmente causada por hábitos cotidianos aparentemente inofensivos. Si desea que su unidad dure años sin fallos repentinos ni disminuciones notables del rendimiento, evite estos errores comunes que pueden cometerse fácilmente. Comprender cómo funcionan las SSD y cómo realizar un mantenimiento adecuado es crucial para garantizar su longevidad y un rendimiento óptimo. Este mantenimiento incluye evitar la sobrescritura excesiva de datos, mantener suficiente espacio libre, actualizar el firmware regularmente y evitar altas temperaturas. Siguiendo estas pautas, puede prolongar la vida útil de su SSD y disfrutar de un rendimiento rápido y fiable durante años.
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9. Evite llenar completamente la unidad de estado sólido (SSD).
Puede ser tentador aprovechar al máximo cada gigabyte de su unidad de estado sólido (SSD), especialmente si el espacio de almacenamiento es limitado. Pero las SSD necesitan espacio libre para funcionar eficientemente. A diferencia de los discos duros tradicionales, las SSD se basan en un proceso llamadoajuste por desgastePara distribuir los datos uniformemente entre las celdas de almacenamiento. Cuando una unidad está casi llena, tiene menos celdas disponibles, lo que provoca reescrituras frecuentes y un desgaste acelerado.
Piensa en tu SSD como una autopista. Cuando el tráfico está distribuido, todo fluye con fluidez. Cuando todos los carriles están congestionados, el progreso se ralentiza y la presión aumenta.
Para mantener su disco duro en buen estado y prolongar su vida útil, intente mantener al menos entre un 10 % y un 20 % de espacio libre. Muchos SSD incluyen una sobrecarga integrada para facilitar este proceso, pero añadir espacio libre adicional es una forma inteligente de garantizar un rendimiento óptimo y reducir el riesgo de pérdida de datos. Gestionar eficientemente el espacio de almacenamiento en los SSD garantiza tiempos de respuesta del sistema más rápidos y evita una degradación prematura del rendimiento.
8. Desfragmentar unidades de estado sólido (SSD): perjudicial e innecesario
Si está acostumbrado a usar discos duros mecánicos tradicionales (HDD), la desfragmentación puede parecer una rutina necesaria para mantener el rendimiento. Sin embargo, con las unidades de estado sólido (SSD), este procedimiento no solo es innecesario, sino que también puede ser perjudicial.
La desfragmentación reorganiza los archivos y los agrupa en bloques contiguos para reducir el tiempo que tarda el cabezal mecánico en leer los datos en los discos duros tradicionales. Sin embargo, las unidades de estado sólido (SSD) no tienen partes móviles. Pueden acceder a cualquier dato al instante, independientemente de su ubicación física en el disco. Por lo tanto, ejecutar la desfragmentación en una SSD simplemente resulta en miles de operaciones de escritura innecesarias, lo que reduce significativamente la vida útil de las celdas de memoria.
Afortunadamente, los sistemas operativos modernos como Windows 11 reconocen esto y tratan las unidades de estado sólido (SSD) adecuadamente. La clave está en evitar el uso de herramientas de mantenimiento obsoletas que aún tratan su SSD como si fuera un disco duro mecánico tradicional. Usar estas herramientas obsoletas puede degradar innecesariamente el rendimiento de su SSD y acortar su vida útil.
7. Escritura y reescritura continua de archivos grandes
Todas las unidades de estado sólido (SSD) tienen un número limitado de ciclos de escritura. Aunque las unidades modernas son duraderas, la escritura y reescritura constante de archivos grandes puede afectarlas considerablemente.
Este tipo de compresión es común en tareas como la edición de vídeo, la gestión de grandes bases de datos o el uso de un SSD como disco de memoria virtual. Cada operación de guardado, transferencia o reescritura consume más ciclos de escritura disponibles.
Si trabaja habitualmente con archivos grandes, considere usar un disco duro secundario (HDD) o configurar aplicaciones como Adobe Premiere o Photoshop para que usen otra unidad para archivos temporales. Los SSD están diseñados para la velocidad, no para gestionar un flujo constante de datos. Para proteger su SSD y prolongar su vida útil, es recomendable minimizar las operaciones de escritura intensivas.
6. Ignorar las actualizaciones de firmware
El firmware es el software interno que controla el funcionamiento de una unidad de estado sólido (SSD). Gestiona procesos como la asignación de datos, el equilibrio del desgaste y la optimización del rendimiento. Actualizar el firmware de la SSD es esencial para el mantenimiento del sistema.
Los fabricantes publican ocasionalmente actualizaciones de firmware para corregir errores, mejorar el rendimiento o prolongar la vida útil de un SSD. Ignorar estas actualizaciones puede provocar problemas de compatibilidad o perderse mejoras importantes que podrían prolongar la vida útil del disco y proteger sus datos. Por lo tanto, actualizar el firmware de su SSD es crucial.
A diferencia de las actualizaciones del sistema operativo (SO), el firmware de las unidades de estado sólido (SSD) no suele instalarse automáticamente. Deberá consultar el sitio web del fabricante o usar sus propias utilidades, como Samsung Magician أو Ejecutivo de almacenamiento crucial Para comprobar si hay actualizaciones disponibles. Estas herramientas suelen ofrecer una forma sencilla de actualizar el firmware de su unidad de estado sólido (SSD).
Revisar el sistema cada pocos meses es un pequeño esfuerzo que puede evitar una pérdida significativa de datos a largo plazo. Dedicar unos minutos a buscar e instalar actualizaciones de firmware puede ahorrarte muchos problemas y garantizar que tu SSD funcione a la perfección.
5. Reproducir el disco a una temperatura alta durante demasiado tiempo
Las unidades de estado sólido (SSD) suelen ser eficientes y duraderas, pero el calor sigue siendo su peor enemigo. Si su unidad funciona habitualmente a temperaturas superiores a 70 °C (XNUMX °F), envejecerá más rápido de lo esperado, lo que afectará negativamente su vida útil y rendimiento.
Las altas temperaturas afectan significativamente las celdas de memoria de un SSD, así como el chip controlador que gestiona el flujo de datos. Esto puede causar una degradación significativa del rendimiento, fallos repentinos o incluso la falla completa del disco. Estos problemas afectan la velocidad de transferencia de datos y la estabilidad general del sistema.
Las laptops son particularmente susceptibles a una refrigeración deficiente, mientras que las computadoras de escritorio con ventilación deficiente pueden sobrecalentarse durante el uso intensivo, especialmente al ejecutar juegos o aplicaciones que consumen muchos recursos. Si su sistema se ralentiza bajo presión, monitoree las temperaturas de las unidades SSD con herramientas especializadas como CrystalDiskInfo, un programa gratuito que proporciona información detallada sobre el estado del disco, o el software del fabricante de la unidad, que a menudo ofrece funciones de monitoreo avanzadas.
Un buen flujo de aire y ventilación son tus mejores defensas. Mantén tu portátil sobre superficies duras para evitar bloquear las rejillas de ventilación. En ordenadores de sobremesa, evita colocar el SSD cerca de componentes que generen calor, como las unidades de procesamiento gráfico (GPU). Incluso instalar un pequeño disipador de calor puede ayudar significativamente a mantener la temperatura óptima de funcionamiento del SSD, prolongando su vida útil y mejorando su rendimiento. Mantener la temperatura óptima del SSD es fundamental en el mantenimiento del ordenador para garantizar un rendimiento óptimo y una larga vida útil.
4. Pérdida de potencia y apagado incorrecto
Una pérdida repentina de energía puede parecer inofensiva, pero puede causar daños graves a las unidades de estado sólido (SSD). Los discos duros tradicionales apagan sus cabezales de lectura cuando se corta la energía. Sin embargo, las SSD suelen depender de condensadores y procesos de software que requieren tiempo para completar las operaciones de escritura correctamente.
Los apagados incorrectos, como forzar un apagado o dejar que se agote la batería, pueden interrumpir procesos críticos, como la recolección de basura y el desgaste. Esto aumenta la probabilidad de corrupción de archivos o errores del sistema operativo. Para proteger sus datos importantes, evite forzar un apagado o dejar que su dispositivo se apague por falta de batería.
Algunas unidades de estado sólido (SSD) empresariales tienen Protección contra pérdida de energía incorporadaSin embargo, la mayoría de las unidades de consumo no lo hacen. Para proteger su SSD, apague siempre el sistema correctamente. En computadoras de escritorio, usar un protector contra sobretensiones o un sistema de alimentación ininterrumpida (SAI) añade una capa adicional de seguridad. Para mayor protección, especialmente en zonas con fluctuaciones de energía, se recomienda usar un SAI para garantizar un apagado seguro y ordenado del sistema, reduciendo así el riesgo de corrupción y pérdida de datos.
3. No verificar los datos SMART ni el estado de la unidad
A diferencia de los discos duros tradicionales (HDD), las unidades de estado sólido (SSD) no emiten ruidos extraños cuando están a punto de fallar, sino que monitorean silenciosamente su estado mediante SMART (Tecnología de Automonitoreo, Análisis e Informes). Esta tecnología es el equivalente digital de las luces de advertencia del tablero de su auto.
Los datos SMART pueden alertarle sobre sobrecalentamiento, sectores defectuosos e indicadores de estado bajo, a veces mucho antes de que se produzca un fallo grave. Monitorear el estado del SSD con SMART es una medida proactiva necesaria para proteger sus datos.
Utilice herramientas como CrystalDiskInfo, Samsung Magician o Western Digital Dashboard para realizar una comprobación rápida del estado. La mayoría de estas aplicaciones presentan los datos en un formato simple, como "Bueno" o "Advertencia", por lo que no necesita ser un experto para comprenderlos. Estas herramientas proporcionan información valiosa sobre el estado de su disco.
Acostúmbrese a comprobar el estado de su unidad SSD cada pocos meses o cuando el rendimiento disminuya. Si su unidad empieza a... Mostrando signos de falla del SSDRealice una copia de seguridad de sus datos y prepárese para reemplazar la unidad. Realizar copias de seguridad periódicas es una buena práctica para proteger su valiosa información.
2. Unidades de estado sólido (SSD) Almacenamiento durante largos períodos sin energía
Las unidades de estado sólido (SSD) no son ideales para el almacenamiento a largo plazo sin estar conectadas a una fuente de alimentación. A diferencia de los discos duros tradicionales (HDD), las SSD dependen de cargas eléctricas para almacenar datos, y estas cargas se degradan con el tiempo si se corta la alimentación.
Si deja una unidad SSD en algún lugar durante uno o dos años, especialmente en un ambiente cálido, podría descubrir datos dañados o perdidos al conectarla. Este riesgo es mayor con unidades de menor costo y en entornos de alta temperatura. Este problema representa un desafío importante en la gestión de datos.
Si es necesario almacenar un SSD durante un período prolongado, se recomienda guardarlo en un lugar fresco y seco, preferiblemente en un embalaje antiestático. Mejor aún, enciéndalo unos minutos cada dos o tres meses para reactivar las cargas eléctricas. Para el archivado de datos, los discos duros mecánicos (HDD) o los medios ópticos (como los discos Blu-ray) suelen ser opciones más seguras y fiables. Las organizaciones que utilizan soluciones de almacenamiento a largo plazo deben considerar cuidadosamente sus necesidades de almacenamiento antes de seleccionar un tipo de almacenamiento.
1. Utilizar una fuente de alimentación barata o una fuente de alimentación inestable
El rendimiento de las unidades de estado sólido (SSD) depende en gran medida de la calidad y la estabilidad de la energía que reciben. Usar una fuente de alimentación (PSU) barata o inestable puede causar picos, caídas o fluctuaciones de voltaje que pueden dañar componentes sensibles.
Las fuentes de alimentación de baja calidad suelen carecer de mecanismos de protección básicos, como protección contra sobretensiones o regulación de salida constante. Esta falta de protección puede provocar corrupción de datos, problemas de rendimiento y, en casos extremos, fallos completos del hardware.
Para garantizar la seguridad de su SSD y otros componentes de su computadora, siempre debe elegir una fuente de alimentación de alta calidad de una marca confiable. Una fuente de alimentación estable es mucho más importante que tener una potencia alta e inestable.
Si usa una laptop, evite usar cargadores no originales o conectar el dispositivo a tomas de corriente de dudosa calidad. En entornos con suministro eléctrico inestable, usar un protector contra sobretensiones o una fuente de alimentación de emergencia (UPS) es una inversión inteligente. La estabilidad energética no solo beneficia a su SSD, sino que también protege todo el sistema.
Su SSD puede parecer silencioso y elegante, pero no es inmune a los daños. Cuídelo bien y le brindará velocidad, confiabilidad y un rendimiento sin problemas durante años. Si ignora la importancia de una fuente de alimentación confiable, digamos que su próxima actualización podría llegar antes de lo esperado.